viernes, 26 de junio de 2009

El Coral



El coral es uno de los materiales más usados en joyeria como gema de origen orgánico, en este caso de procedencia animal y marina.

El coral es en realidad el esqueleto externo o exoesqueleto calizo de un animal marino, los pólipos de coral.

La gema de coral es una materia sedimentaria orgánica, con aspecto pétreo, que forman los esqueletos de minúsculos animales de cuerpo blando denominados pólipos, que viven en colonias y construyen formas ramificadas al reproducirse, hasta llegar a crear masas que conocemos como arrecifes de coral.

Esta gema natural no es muy dura, algunas variedades resultan muy frágiles, son porosos y un 50% de su volumen esta vacío.



Joyería de Coral
La gema de coral se utiliza con profusión en joyería para tallar cuentas para collares, aretes, anillos, brazaletes y colgantes o para fabricar figuritas artísticas.

Mediante el trabajo de artesanía se obtienen pequeñas figuras, o formas de gota para pendientes.

La parte del coral aprovechada en joyeria es el tronco duro y calizo del esqueleto del animal.

Los colores de la gema del coral se extienden del rojo al rosado, una de las variedades más apreciadas en joyeria es una de delicada y suave tonalidad rosa.

El tronco calizo de la gema del coral se somete a un pulido basto o a un tallado según el tipo de figura u objeto ornamental o artístico a realizar y después a un pulido fino.

El coral fino usado como gema en joyeria se reconoce por las capas concéntricas de los materiales que se aprecian en un corte transversal, y porque al quemarlo emite un penetrante olor a cuerno quemado.

Las ramas de coral en el momento de recolectarse se denomina "coral bruto" y en ese momento, ya tiene un cierto valor, que depende de la variedad y que aumenta con la calidad del trabajo de posterior en taller.

La pérdida de coral en el proceso de mecanizado, talla y pulido es enorme, hasta las tres cuartas partes de la materia prima, por esta razón el gramo de coral en la joyería tiene más valor que el oro.

Valoración del Coral

En la valoración de la gema de coral influyen las características del mismo, pero también la perfección de la talla y el valor artístico de la obra.

Uno de los factores clave para valorar el coral es el color, el coral de color rojo oscuro ha sido el más valorado junto con el negro, otra variedad muy apreciada es un coral de delicados tonos rosados llamado de piel de ángel

Otro elemento fundamental de valoración de la gema de coral es el tamaño, las piezas grandes son muy raras y caras, también es esencial que no tenga agujeros.

El coral negro usado desde hace miles de años es una de las gemas de coral más valoradas y usadas en joyeria.





Los arrecifes de coral suelen situarse en costas marinas poco profundas, de menos de 100 metros de profundidad, que pueden llegar a unos 300 según las especies.


La joya de Coral en la Historia

El coral rojo ha servido de adorno a muchos pueblos que se engalanaban y ornamentaban con él.

Los corales han sido utilizados por el Hombre para la fabricación de joyería desde la más remota antigüedad y puede haber sido utilizado, también, para el comercio por el hombre del Paleolitico.

Los yacimientos arqueológicos nos dicen que el coral ha sido valorado, trabajado, y comercializado desde la antiguedad, se han descubierto joyas de coral en una tumba de hace 25.000 años en Wiesbaden (Alemania).


El coral rojo se talla y se pule para hacer cuentas de collar y esculpir pequeñas figuritas desde la Edad de Piedra.

Las investigaciones arqueológicas de tumbas de la Edad de hierro también nos presentan numerosos objetos que incluían incrustaciones de coral.

Fragmentos de coral rojo, que eran, probablemente, amuletos, se encontraron en unas antiguas tumbas de Suiza.

Se han encontrado joyas de coral en yacimientos sumerios, los antiguos egipcios le adjudicaban un significado religioso, y los judíos de la antigüedad lo valoraban como la plata o el oro.

Se sabe que los Celtas tenían un gran aprecio por el coral que usaban para decorar sus armas y los arreos de sus monturas.
En las antiguas culturas Orientales, el coral rojo era símbolo de dignidad y autoridad, los mandarines de China portaban piezas de coral rojo como atributo de su realeza.

Los turcos utilizaban gemas de coral rojo en su vestimenta y en la decoración de sus objetos cotidianos y en el hogar.

Esta variedad de la gema de coral se extrajo en el Mar Rojo, durante varios siglos hasta su total agotamiento.

En la antigua roma se fabricaban talismanes, cuentas de collares y esculpían figuritas de la mitología y de la naturaleza, sobre gemas de coral rojo.

Todas las religiones antiguas han usado gemas de coral en sus objetos de culto: romanos, chinos, hindúes y tibetanos para todos fue un poderoso talismán que era capaz desde cortar las hemorragias, proteger de los malos espíritus, curar la esterilidad hasta evitar la furia natural de los huracanes.

El coral negro, tan apreciado hoy día, era para los antiguos griegos un talismán de la buena suerte que les inmunizaba contra los hechizos y en la India los sacerdotes lo utilizaban en las ceremonias religiosas.

Los antiguos romanos veneraban el coral, que simbolizaba la sangre, el árbol, el cosmos y el mar, en definitiva era para ellos la fuente de la vida.

Le atribuían la capacidad evitar daños a su portador, incluido el mal de ojo, por lo que colgaban un pequeño amuleto de coral rojo del cuello de los niños, costumbre que se conservó hasta la Edad Media.

Los yacimientos arqueológicos descubiertos en sudamérica demuestran que la gema de coral también fue utilizada por sus pobladores olmecas, mayas y aztecas, como formas sencillas en sus ornamentos.

En la década de los sesenta del siglo pasado, se descubrieron grandes cantidades de corales en el Arrecife de Palanzar, en México.

Hoy día en Italia, al coral se le considera una gema protectora contra las malas vibraciones y capaz de curar la infertilidad.

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